No sé tú, pero yo soy un pelín supersticiosa, lo admito, especialmente con los números. Y a primeros de año, me marqué el 10 de octubre, (10.10) como la fecha para tomar la decisión de:
- si dejar mi empleo y apostar por mí y por mi proyecto. Darme, de una vez por todas, una oportunidad y escuchar a esa voz interna que llevaba unos meses haciéndose notar,
- o seguir manteniendo ambos trabajos, haciendo malabares e ir a medio gas con mi proyecto.
Por una parte, tenía el pensamiento de “si le pudiera dedicar todas las horas que le dedico a mi trabajo por cuenta ajena, esto tiene que despegar sí o sí”.
Y por otra parte, también tenía el miedo de que si seguía ese ritmo, me cansara antes de empezar, antes de intentarlo.
La cuestión es que ya en Junio, notaba que no, ya no vibraba, estaba cansada… Sentía una lucha interna brutal, y esa situación, por mi salud, era insostenible.
De cuando tomé la decisión y dejé mi empleo
Así que, ME ESCUCHÉ e hice números (ya sabes que es CLAVE partir de las preguntas: cuántos ahorros tengo y cuánto puedo aguantar sin facturar, que el aire no paga facturas, lamentablemente 😉
A finales de julio, me armé de valor, y le dije a mi manager que lo dejaba (los dramas de esta fase ya si quieres te los cuento en otro email).
Uff todavía recuerdo esos nervios en el estómago, esa adrenalina.
¿Pero sabes qué pasó después? Ahí vino, sentí un alivio, una paz interna, una tranquilidad que hacía tiempo.
Estaba, por fin, alineada, lo que sentía, pensaba y hacía fluían. ¡Wow!
Y me sentí ORGULLOSA DE MÍ. Hacía taaaanto tiempo que no lo sentía. Estaba orgullosa de mí.
Ese día, escribí un post it que plasma esa sensación, y los días que dudo, que me invade el miedo de ¿Y si nadie me compra? Lo leo, y me digo, SÍ PUEDES, aquí has venido aquí a jugar.
Por cierto, por si no tienes ninguno, te recomiendo que escribas un post it recordatorio y lo tengas a la vista para esos días en los que todo se tuerce un poquitín. Ayudan, créeme.
4 aprendizajes para tu marca personal
Probablemente, ya sea que estés llevando a cabo ambos proyectos, o metida de pleno en tu emprendimiento, te quiero compartir estos 4 aprendizajes que me parecen claves para desarrollar una marca personal sólida:
- La coherencia es fundamental, si no eres coherente entre lo que dices, piensas y haces, no vas a generar confianza en tu público y sin confianza no hay ventas.
- Cada una tiene su momento: te pueden decir por a y por b que te vendría estupendo hacer algo. Hasta que tú no lo sientas así, no lo veas, no sirve de nada.
- El autoconocimiento es la base de una marca personal. Escúchate y aprende a valorarte. Esta fase inicial, que la trabajo con mis clientas en profundidad en CORE, es el pilar para cualquier estrategia de marca, para crear un buen storytelling que conecte con tu público… para todo.
- Si no te cumples a ti misma las promesas que te haces ¿Quién lo hará?
El 10 de octubre, cuando vi mi recordatorio en la agenda, sonreí, porque me recordó que tuve el valor de dar el paso, de apostar por mí, de escucharme, porque me cumplí a mi misma la promesa de intentarlo.
Y como decía Bukowski «Si vas a intentarlo, ve hasta el final«.
Así que valiente, cuéntame, ¿cuál ha sido la última promesa que te has hecho? ¿La has cumplido, estás en ello?